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Algo Más Sobre Vacío de Sangre Y Vacío de Sangre de Hígado

Ya hemos explicado en la lección nº14 las características del Vacío de Sangre como expresión de anemias de todo tipo, entendiéndolas en un determinado Vacío de Qi digestivo y demás síndromes.
Hemos estudiado también las excepciones en que se constituyen ciertas anemias mediante síndrome de Calor Tóxico que se define en la hipersensibilidad inmunitaria que caracteriza la anemia megaloblástica. Hemos, finalmente, resaltado la importancia de evaluar un posible Vacío de Yin en la cronificación de ciertas anemias.

Este punto de vista diagnóstico permite reconocer la esencia energética de cualquier anemia y al terapeuta bien formado le otorga la posibilidad de corregir el terreno exacto en que se genera.
Por tanto, Vacío de Sangre define en Medicina Biológica la anemia ferropénica, anemia perniciosa, drepanocítica, megaloblástica, talasemia minor, como entidades patógenas ligadas a Vacío de Yin, a Vacío de Qi o a Calor Tóxico.

Sus SÍNTOMAS son: Vértigos y anemia, insomnios y anemia, palpitaciones y anemia, hormigueos y anemia, piel seca (onicopatías), amenorreas, lengua pálida y pulso fino. La fitoterapia adecuada será BASE-9 siempre y quizás BASE-4, BASE-1 o BASE-5 que el diagnóstico determine.

Añadamos ¡Algo importante!: Cuando además, al Vacío de Sangre se añade Estancamiento de Sangre y Vacío de Sangre de Hígado, se entiende un terreno propio para riesgo de abortos, debilidad postpartum, dolor periumbilical, uñas secas, visión alterada, miopía, ambliopía. En este caso, a la obligada prescripción de BASE-9 debe añadirse BASE-3 y el Fitoaroma correspondiente. Entendamos, no obstante, que la miopía, el riesgo de aborto o cualquiera de estas afecciones podrá darse en otros terrenos, pero este del Vacío de Sangre será el primero en evaluar.

¡Atención! La pérdida de visión por Vacío de Sangre de Hígado asociado a Fuego de Hígado o Vacío de Yin constituye un cuadro muy interesante en el que se definen múltiples afecciones oftalmológicas. Es decir, debilidad sanguínea de origen hepático, pero no en su hematología sino en su bioquímica, asociada a un Calor-Exceso del propio hígado en su función enzimática.
Esta sutileza diagnóstica resulta fascinante tanto intelectual como clínicamente entendida, puesto que nos conduce a la comprensión de la funcionalidad hepática en la que por un lado comprobamos una pobreza en el aporte de minerales, vitaminas y otros principios que el hígado debe proporcionar a la sangre que por él pasa (Vacío de Sangre de Hígado) y por otro lado, comprobamos también, el exceso de enzimas que el mismo hígado vierte al torrente sinusoidal (Exceso Fuego de Hígado). Una debilidad y un exceso se constituyen, por tanto, en el metabolismo hepático para resultar en agresión oftálmica.