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Artrosis
En la investigación de sustancias para tratar la artrosis se diferencian las destinadas a tratar los síntomas (dolor e incapacidad) de los proyectados para producir cambios positivos en la estructura de los tejidos articulares.
En lo referente a los fármacos que regeneran el tejido articular, diremos que recientemente se ha desarrollado un ensayo clínico para evaluar resultados que finalmente recoge la revista “Medicina Clínica” de fecha 05-11-05.
Los productos estudiados con este objetivo han sido la Glucosamina, Condroitina, Diacercina, Acido hialurónico y ASV (mezcla de principios de aguacate y soja). El instituto encargado de llevar a cabo el trabajo ha sido EULAR (European League Against Rheumatism) y se ha tenido en cuenta la característica fundamental de su pretendida acción que es “la lenta regeneración tisular” que obligaba a alargar el ensayo y las curas durante seis meses, al menos.
El informe final de la EULAR aclara que “ninguno de los fármacos denominados de acción lenta ha demostrado modificar en absoluto el curso de la artrosis”.
Sin embargo si “parece” que los ensayos con glucosamina, condroitina y ácido hialurónico garantizan un pequeño efecto analgésico en la artrosis de rodilla.
A pesar de que este fracaso resulta evidente no pasa un día sin que veamos recetas que prescriben condroitina o glucosamina para tratar la artrosis.
Puestas así las cosas, una pregunta se plantea como esencial: ¿Es posible regenerar el ámbito articular entero y cada uno de los tejidos que lo integran? La respuesta es tajante: Hasta la fecha no. Al menos desde la investigación médica básica, no es posible.
Ahora bien, la fisiopatología de la lesión artrósica se conoce pormenorizadamente desde el primer paso de su formación en que la síntesis del colágeno y prostaglandinas se altera y en la que la mitosis incorrecta del condrocito se establece más la reducción que, de pronto, empieza a manifestarse en la concentración de proteoglicanos.
También sabemos que en la formación de la artrosis interviene una exacerbación de la función osteoblástica con aumento de la formación de hueso anormalmente rígido y propenso a microfracturas. ¿Por qué se da esta exacerbación metabólica? Nadie lo sabe.
Y sobre la metaplasia sinovial que genera hialinización y degeneración tisular es preciso finalmente preguntarse: ¿Por qué se expresan en unas personas y en otras no y por qué en un momento determinado y no en otro anterior o posterior? Es como si todo el proceso estuviese inducido, dirigido, marcado y precisado por un terreno biológico personal que si pudiésemos conocer supondría, simple y llanamente, dominar la enfermedad.
Ahora bien, la observación clínica en M.T.China nos aporta certidumbres contrastadas en millones de artrósicos y por tanto de un incalculable valor.
Estas certidumbres hacen referencia a una técnica de rehabilitación sintomática y trófica, puesto que además de mejorar radicalmente el dolor facilita una mayor extensibilidad y contracción ligamentosa, una mayor potencia muscular y una corrección de la inflamación articular.
La artrosis está integrada por los siguientes ejes metabólicos alterados:
1) Debilidad funcional suprarrenal ( Vacío de Yang de Riñón ).
2) Debilidad general neuroendocrina ( Vacío de Qi ).
3) Tendencia a estancar sangre en la microcirculación ósea y articular ( Estancamiento de Sangre y obstrucción en Jing Mai).
4) Debilidad enzimática hepática ( Vacío de Yang de Hígado ).
5) Cierta preanemia o anemia ( Vacío de Sangre ).
6) Edema general y tendencia a edema interarticular (Humedad-Frío ).
Una tranquila reflexión sobre estos seis factores llevará al clínico a una comprensión gozosa del proceso artrósico, pero también le puede llevar a preguntas y dudas que debemos aclarar.
Observemos que se trata de seis deficiencias metabólicas que dibujan una disposición biológica de debilidades y decrepitud que no se acompaña con la realidad de que la artrosis la hacen también, personas aparentemente fuertes y vitalistas.
Para definir bien este terreno ha sido preciso un estudio pormenorizado de estos factores en 30 enfermos artrósicos realizado por el Instituto INSUMED . De ellos 24 sufrían un obvio Vacío de Qi, fatigas y cansancios espontáneos, 12 tenían anemia o preanemia intermitentes, 21 tenían tendencia a bloquear la circulación (Estancamiento de Sangre) , 25 evidenciaban Vacío de Yang y prácticamente los 30 expresaban en mayor o menor grado Humedad-Frío.
Es incuestionable, por tanto, que el proceso degenerativo articular es la consecuencia de una biología con deficiencia corticosuprarrenal más edema en frío más déficit sanguíneo más cierto vacío general neuroendocrino.
Por tanto, la cura ideal supone BASE-3 , BASE-4 , BASE-8 y FA-307 puesto que es seguro que así estimulamos los seis vacíos energéticos constituyentes de la artrosis.
No obstante, un preparado específico que simplifique la cura integrando toda una acción sobre la artrosis era imprescindible y así se ha consensuado.
Los productos estudiados con este objetivo han sido la Glucosamina, Condroitina, Diacercina, Acido hialurónico y ASV (mezcla de principios de aguacate y soja). El instituto encargado de llevar a cabo el trabajo ha sido EULAR (European League Against Rheumatism) y se ha tenido en cuenta la característica fundamental de su pretendida acción que es “la lenta regeneración tisular” que obligaba a alargar el ensayo y las curas durante seis meses, al menos.
El informe final de la EULAR aclara que “ninguno de los fármacos denominados de acción lenta ha demostrado modificar en absoluto el curso de la artrosis”.
Sin embargo si “parece” que los ensayos con glucosamina, condroitina y ácido hialurónico garantizan un pequeño efecto analgésico en la artrosis de rodilla.
REGENERACIÓN DE TEJIDOS EN LA ARTROSIS Y MEDICINA BIOLÓGICA
A pesar de que este fracaso resulta evidente no pasa un día sin que veamos recetas que prescriben condroitina o glucosamina para tratar la artrosis.
Puestas así las cosas, una pregunta se plantea como esencial: ¿Es posible regenerar el ámbito articular entero y cada uno de los tejidos que lo integran? La respuesta es tajante: Hasta la fecha no. Al menos desde la investigación médica básica, no es posible.
Ahora bien, la fisiopatología de la lesión artrósica se conoce pormenorizadamente desde el primer paso de su formación en que la síntesis del colágeno y prostaglandinas se altera y en la que la mitosis incorrecta del condrocito se establece más la reducción que, de pronto, empieza a manifestarse en la concentración de proteoglicanos.
También sabemos que en la formación de la artrosis interviene una exacerbación de la función osteoblástica con aumento de la formación de hueso anormalmente rígido y propenso a microfracturas. ¿Por qué se da esta exacerbación metabólica? Nadie lo sabe.
Y sobre la metaplasia sinovial que genera hialinización y degeneración tisular es preciso finalmente preguntarse: ¿Por qué se expresan en unas personas y en otras no y por qué en un momento determinado y no en otro anterior o posterior? Es como si todo el proceso estuviese inducido, dirigido, marcado y precisado por un terreno biológico personal que si pudiésemos conocer supondría, simple y llanamente, dominar la enfermedad.
Ahora bien, la observación clínica en M.T.China nos aporta certidumbres contrastadas en millones de artrósicos y por tanto de un incalculable valor.
Estas certidumbres hacen referencia a una técnica de rehabilitación sintomática y trófica, puesto que además de mejorar radicalmente el dolor facilita una mayor extensibilidad y contracción ligamentosa, una mayor potencia muscular y una corrección de la inflamación articular.
La artrosis está integrada por los siguientes ejes metabólicos alterados:
1) Debilidad funcional suprarrenal ( Vacío de Yang de Riñón ).
2) Debilidad general neuroendocrina ( Vacío de Qi ).
3) Tendencia a estancar sangre en la microcirculación ósea y articular ( Estancamiento de Sangre y obstrucción en Jing Mai).
4) Debilidad enzimática hepática ( Vacío de Yang de Hígado ).
5) Cierta preanemia o anemia ( Vacío de Sangre ).
6) Edema general y tendencia a edema interarticular (Humedad-Frío ).
Una tranquila reflexión sobre estos seis factores llevará al clínico a una comprensión gozosa del proceso artrósico, pero también le puede llevar a preguntas y dudas que debemos aclarar.
Observemos que se trata de seis deficiencias metabólicas que dibujan una disposición biológica de debilidades y decrepitud que no se acompaña con la realidad de que la artrosis la hacen también, personas aparentemente fuertes y vitalistas.
Para definir bien este terreno ha sido preciso un estudio pormenorizado de estos factores en 30 enfermos artrósicos realizado por el Instituto INSUMED . De ellos 24 sufrían un obvio Vacío de Qi, fatigas y cansancios espontáneos, 12 tenían anemia o preanemia intermitentes, 21 tenían tendencia a bloquear la circulación (Estancamiento de Sangre) , 25 evidenciaban Vacío de Yang y prácticamente los 30 expresaban en mayor o menor grado Humedad-Frío.
Es incuestionable, por tanto, que el proceso degenerativo articular es la consecuencia de una biología con deficiencia corticosuprarrenal más edema en frío más déficit sanguíneo más cierto vacío general neuroendocrino.
Por tanto, la cura ideal supone BASE-3 , BASE-4 , BASE-8 y FA-307 puesto que es seguro que así estimulamos los seis vacíos energéticos constituyentes de la artrosis.
No obstante, un preparado específico que simplifique la cura integrando toda una acción sobre la artrosis era imprescindible y así se ha consensuado.