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Caso Clínico nº 16. Arritmia


Daniel 27 años. Director de mantenimiento en planta eléctrica.

Este enfermo presenta taquicardia paroxística y fibrilación auricular desde hace dos años con dos episodios severos y otros muy frecuentes de expresión más leve.

Todo el cuadro y sobre todo los dos episodios graves se presentan tras esfuerzo físico puntual agobiante, fatiga nerviosa importante, ansiedad sostenida y crónica, es decir, stress y sobrestress laboral.

Como sabemos, la taquicardia paroxística auricular es un trastorno de la frecuencia cardiaca que aumenta súbitamente hasta 100 o 200 latidos por minuto pero solo en el ámbito del nodo sinusal y auricular y sin involucrar el ventrículo, que conserva su contracción intacta. Así pues, la conducción aurícula-ventricular sigue siendo 1:1.

Se trata, por tanto, de una arritmia espontánea provocada porque la corriente nerviosa que accede al nódulo aurículo-ventricular desde el nodo sinusal, en la parte superior de la pared auricular, se enlentece. Esto induce una acción retrógrada hacia el nodo sinusal con acumulación de latidos y resultado de arritmia paroxística.

Así pues, el modo en que se establece esta taquicardia lo sabemos bien y también las modalidades en las que se precisa su clasificación: taquicardia sinoauricular, intraauricular, automática, nodal auriculoventricular, provocada por vías nerviosas accesorias y otras que en realidad apuntan el lugar del fallo nervioso pero no precisan las causas biológicas generales que las producen.

Como toda explicación la cardiología señala que cualquier mecanismo que permita un enlentecimiento de la transmisión nerviosa aurícula-ventricular induce taquicardia paroxística auricular. En este sentido se determina que hay jóvenes sanos (sin cardiopatía alguna) que la padecen pero puesto que no se señala terreno alguno para entender su etiología biológica, no sabemos nunca ni a quién se le puede presentar ni porqué se le presentan.

En esta situación no cabe más solución que la administración de antiarrítmicos bloqueadores de los canales lentos como verapamil. La estrategia antiparoxística en la medicina cardiológica es, desde luego, más amplia pero siempre lo será sobre el síntoma, lo que deja abierta la posibilidad de una reflexión biológica sobre las causas que precisamente se puso en marcha como complemento curativo en el caso de este enfermo que pidió ayuda alternativa dado el fracaso en él de los antiarrítmicos.

Este joven dispone de una alta capacidad de trabajo tanto físico como mental sin que se presenten respuestas ni cardiacas ni orgánicas de consideración. Así, anda en bicicleta cien kilómetros o trabaja 10 horas seguidas sin desequilibrios notables. Ahora bien, una punta de ejercicio físico añadido o un stress emocional sobre el stress de sus diez horas desencadenan el proceso paroxístico.

Este cuadro explica la conexión del corazón que late con el corazón que siente definida con precisión en la metodología clínica acupuntural, lo que constituye la necesidad de una solución para ambas desarmonías.

Además, Daniel expresa con énfasis otro signo más: Sin ninguna duda ha comprobado que tras comidas más copiosas de lo habitual o tras una digestión incorrecta o con eructos hace amago de fibrilación o clara arritmia.

Los cardiólogos le niegan la menor relación digestivo-cardiaca en sus taquicardias, pero él lo comprueba sin la menor duda cada vez que se excede comiendo.

En Medicina Biológica la conexión energética corazón-intestino delgado es proverbial, indiscutible, obvia. Para la cardiología, en cambio, es inexistente. He aquí un ejemplo más de la necesaria colaboración entre culturas médicas.

No obstante, una duda se presenta al terapeuta que trata de entender el terreno causal de las taquicardias en este joven. ¿Qué significa el disparo arrítmico en Daniel? ¿Es una deficiencia cardiaca, digestiva y emocional asociadas lo que la induce? En tal caso habría que estimular los tres ámbitos, el cardiaco, el digestivo y el emocional para solucionar el problema, pero esta estrategia no se complace con un organismo que permite andar en bicicleta 100 kilómetros, trabajar intelectualmente 10 horas diarias y comer y digerir bien siempre. No, no es una biología de vacíos. Lo que el nodo sinusal de Daniel no soporta es el exceso metabólico que del campo mental y digestivo le llega.

Se le prescribe BASE-2, BASE-2C y FA-401 para relajar las tres hipersensibilidades, cardiaca, digestiva y emocional. Comienza la cura el 04 de Diciembre de 2005 .

Daniel se presenta a consulta de revisión el 20 de Febrero de 2006 . No ha tenido un solo episodio de arritmia, ni extrasístole ni taquicardia hasta el 10 de Enero de 2006 en que un sobrestress brutal en su fábrica le produce un amago leve. Tras esto, ningún otro signo se ha presentado. No utiliza antiarrítmicos.