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Factores asociados a la formación de varices y su prevalencia

En un reciente estudio del Departamento de Salud Pública de la Universidad “Miguel Hernández” de Alicante y del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Alicante sobre factores de prevalencia de varices en adultos se han obtenido los siguientes resultados:

VARICES Y MEDICINA BIOLÓGICA

La lección de VARICES incluida en el libro “El Otro Paradigma” (pág. 411) hace énfasis en un terreno biológico definido en “ Fuego o exceso de Corazón o de Higado o de Bazo-Páncreas, pero este exceso ligado a deficiencia vascular”. Se describe en este símbolo la patógena acción metabólica que ciertos ejes pueden determinar sobre la periferia vascular a la que agobian, distorsionan, endurecen, formando varices.

No es preciso mucho esfuerzo para imaginar una constitución muscular débil en el muro venoso. Una estructura colagénica pobre, un endotelio débil y como decimos, una capa muscular lisa, débil y en definitiva, una potencia venosa disminuidas constituyen un terreno propio para la tortuosa dilatación y elongación que caracteriza las varices.

Ahora bien, la observación clínica señala además una acción cardíaca y/o digestiva en exceso ( Fuego de Corazón y/o de Hígado-Bazo ) para terminar de entender el proceso varicoso.

Pero, ¿Qué “ Fueg o” es este de Corazón y de Hígado-Bazo que agobia la pared venosa debilitada?

Para responder a esta cuestión es preciso saber que el músculo liso venoso induce a venoconstricción cuando es activado por nervios noradrenérgicos y por noradrenalina lo que resulta obvio en el venoespasmo local que tras una lesión se produce y que se expresa en la dificultad para las punciones venosas que pueden ser pertinentes en el antebrazo de un herido.

Esta acción noradrenérgica vascular está ligada a la acción noradrenérgica en el corazón en la que fibras de esta naturaleza nerviosa se distribuyen en el miocardio auricular y en el miocardio ventricular.

Estas acciones nerviosas se completan con acciones vagales y simpáticas y es fácil entender que una desarmonía entre ellas gestione este factor de Fuego-Exceso de Corazón nervioso que ha demostrado en clínica intervenir directamente en la etiología de la formación varicosa.

En la misma medida, una hiperactividad hepato-digestiva ( Fuego de Hígado-Bazo Páncreas ) puede actuar sobre el muro vascular venoso debilitado induciendo formación de varices.

Estas certidumbres tienen una gran importancia en la estrategia fitoterápica preventiva y curativa de las varices, puesto que por primera vez, podemos tratar el Exceso de Corazón ( BASE-2C ), el Exceso de Hígado ( BASE-2 ) y la deficiencia colagénica muscular de la pared venosa ( FA-72 o FA-73 ). (Para esto consultar la página 412 del libro “El otro paradigma”).