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Los beneficios del masaje
Investigadores de EE. UU. pusieron a prueba la teoría de que el masaje terapéutico acelera la recuperación -en un 60%- después de sufrir una lesión.
De revisar las investigaciones hechas sobre este tema surge que, a pesar del conocimiento que circula popularmente, los científicos no saben cuál es el mecanismo por el que el masaje mejora la recuperación después del ejercicio o de una lesión. Sin embargo, desde hace mucho tiempo los atletas utilizan el masaje de modo habitual, particularmente el masaje sueco, y los entrenadores lo recomiendan luego de las actividades deportivas o en el caso de lesiones.
En un estudio con animales, Thomas Best, codirector del Sports Medicine Center de la Universidad Estatal de Ohio, en los Estados Unidos, y un equipo de médicos del departamento de atletismo de esa misma institución, determinaron que la compresión cíclica inmediata de los músculos después de un ejercicio intenso reduce la inflamación y el daño muscular.
Lo que se sabía
De acuerdo con la American Massage Therapy Association, el masaje sueco combina golpeteos, amasado y técnicas de fricción de los músculos, junto con varios movimientos de las articulaciones. Es el masaje tradicional europeo según el doctor William Collinge. Los masajes europeos usan los sistemas occidentales de anatomía y fisiología. Fue desarrollado por Henrik Ling en 1830 en Suecia. A finales siglo pasado el masaje sueco fue introducido en los Estados Unidos y se ha popularizado enormemente. Si bien el conocimiento popular sugiere que el masaje ofrece muchos beneficios para la salud, la comprobación real de sus efectos a nivel celular es más difícil de lo que se podría pensar y, hasta el momento, nunca se había logrado una evidencia del efecto positivo a través de investigaciones. Los resultados de este trabajo fueron publicados en un reciente número del journal Medicine & Science in Sports & Exercise.
Aunque los investigadores de Ohio dicen que es demasiado pronto para aplicar los resultados obtenidos con animales directamente a los humanos en la clínica, consideran que son un primer y sólido paso hacia la confirmación científica plena de los beneficios del masaje a los atletas después de un ejercicio intenso.
En el estudio en el que usaron conejos, los investigadores emplearon un dispositivo mecánico para imitar los movimientos asociados con un tipo específico de ejercicio. También emplearon un segundo dispositivo para, a continuación del ejercicio, realizar un masaje virtual sobre los músculos afectados. Los autores del estudio compararon a los conejos a los que les aplicaron este procedimiento, con otros cuyos músculos fueron sometidos a los mismos esfuerzos pero que no recibieron el masaje virtual.
Después del ejercicio y del masaje, los investigadores analizaron los tejidos de los músculos de todos los animales. De este modo, encontraron que los músculos de los conejos que recibieron el masaje virtual habían mejorado su funcionamiento, presentaban menos hinchazón y menores signos de inflamación, con relación a los músculos de los animales a los que no se les hizo tratamiento.
La investigación se concentró sobre ejercicios que crean un movimiento similar a la forma en que los cuádriceps de los muslos humanos se ejercitan durante una carrera en bajada.
Particularmente, se fijaron en el músculo tibial anterior, que en los humanos está en el frente de la canilla. El ejercicio que se simuló involucraba continuas flexiones y apoyos de los dedos para ejercitar a ese músculo durante series de 10 ciclos, con dos minutos de descanso entre cada serie. Esto se consideró una cantidad de ejercicio suficiente como para causar dolor muscular y posibles daños.
Inmediatamente después del ejercicio, el músculo afectado fue sometido a 30 minutos de un masaje denominado carga compresiva. A través de ecuaciones matemáticas determinaron la cantidad de fuerza apropiada que aplicaron al músculo del animal, con un dispositivo diseñado por Yi Zhao, profesor de ingeniería biomédica en esa universidad y coautor del estudio