Detalles de la noticia

Vacío de Yin en las pruebas de las catecolaminas

Alteraciones mínimas en las tasa hepáticas de ambas catecolaminas incluso dentro de los límites que la fisiología determina como correctas, suponen un desequilibrio con la sintomatología propia del Vacío de Yin.
La adrenalina se produce en la médula suprarrenal en tasas de 20-60 pg/ml. al día.

La noradrenalina se produce exactamente en el mismo lugar y a partir de la adrenalina por metilación de ésta, en tasas de 300-650 pg/ml. El cambio supone, por tanto, la sustitución de un radical CH3 de la molécula de la adrenalina por uno NH3 en la de la noradrenalina.

Ambas se encuentran en SNC, nervio periférico y médula adrenal pero es desde esta última que se liberan como hormonas a la sangre para que actúen sobre todo el organismo.

Ambas se metabolizan una en la otra mediante la acción enzimática de metiltranferasas en presencia de enzimas aminoxidasas específicas.

Ambas son importantes como neurotransmisores y comunican, por tanto, una acción constrictora o relajante a todos los tejidos del organismo con mayor expresión en la vascularidad, en bazo, en hígado y finalmente en el resto de sistemas y órganos.

Alteraciones mínimas en las tasa hepáticas de ambas catecolaminas incluso dentro de los límites que la fisiología determina como correctas, suponen un desequilibrio con la sintomatología propia del Vacío de Yin. Por tanto, serán obvios los siguientes síntomas:

Calor en palmas de las manos y plantas de los pies.
Calores extraños, sorpresivos. Calores nocturnos.
Sudores extraños, sorpresivos, sofocos. Entendiendo por extraños todo calor y sudor que no se corresponde con la subida de la temperatura exterior.
Calores y sudores espontáneos en rostro, mejillas, orejas, frente o cuello sin causa aparente y sobre todo por la noche.
Una vez explorado este plano de “calores extraños” el terapeuta debe evaluar los siguientes puntos:

Fiebres en general o febrículas o sensación de fiebre espontánea, sin aparente razón y sobre todo, vespertinas.
Cuerpo lingual rojo, capa saburral inexistente o mínima.
Lengua, boca y garganta secas. Sed subsiguiente.
Irritabilidad y/o ansiedad. Se señala en el Nei Jing que el Vacío de Yin induce a llorar fácilmente, pero sin producir alivio moral, puesto que la causa es un Vacío y no un Estancamiento. Así pues, el Estancamiento de Qi de Hígado facilita un llanto que alivia.
Fatiga y recuperación difíciles y sobre todo, agotamiento.
Insomnio o sueño de baja calidad.
Dolores de rodilla y lumbares en un ámbito de debilidad muscular, de formación de agujetas y de sensación de quemazón interna y del comentado agotamiento.
Pulso siempre filiforme, débil y rápido.
Como repetimos cuando analizamos cada síndrome, el terapeuta debe pensar y entender cada síntoma de uno en uno y en conjunto para evaluar con precisión.

Antes de evaluar estos síntomas, desde el conocimiento de la fisiología podemos deducir que Vacío de Yin más que una deficiencia energética, es una alteración metabólica en la que un calor interno anormal arrasa mediante crisis vasomotrices el equilibrio general.

Conclusión: Un trastorno sobre el delicado mecanismo de síntesis y de catabolización que sucintamente hemos apuntado aquí supondrá una alteración en todo el organismo que finalmente es la pantalla de las catecolaminas.

Aparecen entonces los síntomas de Vacío de Yin que no son otra cosa sino esta alteración.